Las Musas Desteñidas
Caen mis párpados, ¡¡Y ahí están!!, de nuevo,
en mi mente, señalándome tu castillete luminoso, misterioso, y
silenciosamente
alejado, desde el cerro al mar que se pintaba en el viento tropical de
tus
ideas… Reverón; recuerdas ¿Ese que les dejaste cómo herencia?, a ellas…
tus
construidas musas, ellas, que apenas pueden
mirar más de una hora en la indagación de su monumento asoleado en mi
imaginación hecha tuya , las musas que tu arte llenan, comandadas por
una musa
mayor “Tu Juanita”, esclava de tu mina creativa, fiel a tus colores de
vida
fijados en el oficio más apasionado de luz, atajados en manos infinitas a
crear, ¿Y cómo parar , ante un público tan magistralmente dado y animado
de
seguir hasta donde tu voluntad, indudablemente rompía y rompió las
líneas fronterizas? No pensaste un no, no quisiste desaprovechar
una oportunidad que ya se consumía en cada rayo de sol sobre lo posible
de ti,
puesto en cada elemento que conseguías; coleto y paja reanimados a
seguirte
animando, des-pintando lo más raro de tus experiencias coexistidas,
frente a
ellas, tus compañeras de arte y vida, tus muñecas desteñidas…
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