Todos los dias trasluces ante mi inutil mirada
tu sustento de sonrisas, bondades, palabras...
Y el embrión palpitante comprende en mi pecho
la revelación cotidiana de tu existencia:
No solo de pan vive el hombre.
tu sustento de sonrisas, bondades, palabras...
Y el embrión palpitante comprende en mi pecho
la revelación cotidiana de tu existencia:
No solo de pan vive el hombre.
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